Es una infección fúngica (hongos) y suele presentarse en las personas cuyos pies sudan demasiado cuando usan zapatos cerrados.
Los síntomas incluyen un sarpullido con descamación, comezón y ardor.
Son capas duras y gruesas de piel que aparecen cuando la piel intenta protegerse de la fricción y la presión. Suelen formarse en los dedos y plantas de los pies, y pueden causar dolor.